domingo, 18 de septiembre de 2011

Hildegarda

Vino del cielo abierto una luz ígnea que se derramó como una llama en todo mi cerebro, en todo mi corazón y en todo mi pecho. No ardía, sólo era caliente, del mismo modo que calienta el sol todo aquello sobre lo que pone sus rayos. Y de pronto comprendí el sentido de los libros, [...] aun sin conocer la explicación de cada una de las palabras del texto, ni la división de las sílabas, ni los casos, ni los tiempos.



No se conoce con exactitud la fecha de nacimiento de Hildegarda, aunque ella misma nos cuenta que en aquel momento era "rey Enrique augusto en la república romana" [1]. Se refiere a Enrique IV (1050 - 1106), quien fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1084 hasta su abdicación en 1105. Se supone que su nacimiento ocurrió durante el verano de 1098 en Bermersheim von der Höhe, un pequeño pueblo en la actual Renania Palatinado, ceca de la ciudad de Alzey. Sus padres fueron Hildebert von Bermersheim y Mechthild de Merxheim en Nahetal, de linaje noble. Fue la menor de diez hijos, lo cual posiblemente explica el motivo manifiesto por el cual fue entregada a Dios como "diezmo" pues,
Aunque sus padres vivían inmersos en preocupaciones mundanas y sus riquezas eran notables, no fueron ingratos con los dones del Creador, y entregaron a la hija antes citada a la divina servidumbre, puesto que ya en su infancia una prematura pureza parecía alejarla de toda costumbre carnal [1].
Así, a los 14 años [2],
... fue recluída para ser enterrada con Cristo y así poder resucitar con Él en la gloria inmortal, en el monte de San Disibod con una piadosa mujer consagrada a Dios, llamada Jutta. [1]
Desde ese momento Jutta (1092-1136), hija del conde Esteban II de Spannheim que a la edad de 12 años había sido ofrecida a Dios después de una grave enfermedad, se transformó en la maestra de Hildegarda, apenas seis años menor que ella. La madre espiritual de ambas era una mujer noble y viuda llamada Uda.

Puede resultar extraño que se use la expresión "enterrada con Cristo" para referirse a la ceremonia de clausura, pero de hecho, se trataba de un ritual que representaba la muerte mundana del recluso. Se realizaba el rito de la extremaunción y se cantaba un réquiem [3]. Hildegarda y Jutta fueron recluidas en Disibodenberg, un monasterio masculino que acogía a un pequeño grupo de mujeres en dependencias anexas.
[Jutta] la educó en la humildad y la inocencia, le instruyó en el salterio decacorde y le enseñó a gozar de los salmos de David. A excepción de esta simple introducción en los salmos, no recibió ninguna otra enseñanza, ni del arte de la música, ni de las letras... [1].
Esto parece estar en contradicción con la profusa actividad intelectual de su época madura. De hecho, es posible que Jutta le enseñara a leer y escribir, pero tal vez no la interpretación bíblica. Durante este tiempo, además de aprender a tocar el salterio de diez cuerdas, pudo haber cantado en el coro y trabajado en el herbario y la enfermería. El padre confesor Volmar, quien acompañaría a Hildegarda como su secretario, colaborador y amigo durante más de treinta años hasta su muerte en 1173, pudo haberle enseñado los rudimentos de la notación de salmos, permitiendo a Hildegarda comenzar la composición de sus primeras obras.

A la muerte de Jutta en 1136, Hildegarda fue elegida "maestra" por sus compañeras de reclusión, y Kuno, el Abad de Disibodenberg, también le pidió que fuese "priora". En 1150, después de serias disputas con Kuno, quien no quería dejarla abandonar su monasterio, Hildegarda, junto con otras veinte monjas se trasladó a Rupertsberg. Quince años más tarde fundaría un segundo convento en Eibingen.

En "Scivias", la primera de sus obras de visiones escrita entre 1151 y 1152, Hildegarda explica como sus conocimientos rudimentarios de lectura y escritura iban a florecer cuando...
A la edad de cuarenta y dos años y siete meses, vino del cielo abierto una luz ígnea que se derramó como una llama en todo mi cerebro (igneum lumen aperto celo veniens totum cerebrum meum), en todo mi corazón y en todo mi pecho. No ardía, sólo era caliente, del mismo modo que calienta el sol todo aquello sobre lo que pone sus rayos. Y de pronto comprendí el sentido de los libros, de los salterios, de los evangelios y de otros volúmenes católicos, tanto del antiguo como del nuevo testamento, aun sin conocer la explicación de cada una de las palabras del texto, ni la división de las sílabas, ni los casos, ni los tiempos.
En la siguiente miniatura vemos ese momento de metanoia, con el fuego del cielo penetrando en su cerebro.


Ya desde muy niña "veía formas de visiones secretas situadas más allá de la percepción común de los demás y, por tanto, vistas de un modo totalmente insólito" [1]. Pero no fue sino hasta esa metanoia del año 1141, y después de superar muchas dudas y temores, cuando Hildegarda comenzó a escribir sus visiones con ayuda de Volmar y una de sus más queridas monjas,  Richardis von Stade.  

Escribió tres libros de visiones, Scivias Domini (Conoce los caminos del Señor, 1141-1151), Liber vitae meritorum (Libro de los méritos de la vida, 1158-1151) y Liber divinorum operum (Libro de las obras divinas, 1163-1174), también conocido como De operatione Dei. Estos, junto con la correspondencia que mantuvo con las más importantes personalidades de la época [4], y sus cuatro viajes de predicación [5], trasgredirían el usual aislamiento de la vida de clausura (no tan rígida en esa época como a partir de Bonifacio VIII) y las fuertes barreras de género, dándole una enorme fama como la "Sibila del Rin".


Pero su trabajo sería aún más amplio en volumen y temas que sus cartas y libros de visiones, con composiciones musicales, poemas y libros. Entre estos últimos se cuentan trabajos sobre ciencias naturales. Por ejemplo, en Liber Simplicis Medicinae o Physica (Libro de la medicina sencilla o Física), Hildegarda describiría las propiedades curativas de las plantas, los animales y las piedras.
Este tratado, el más científico de todas las obras de Hildegarda, fue muy popular y se usó como texto para la enseñanza en la escuela de medicina de Montpellier. A diferencia de sus escritos místicos [la obra] estaba dividida en libros y capítulos como otros tratados medievales sobre ciencias naturales, y su estilo era directo y didáctico; Hildegarda no prentendía que fuera de inspiración divina. La Physica contenía descripciones de 230 plantas y 60 árboles, así como de peces, aves, reptiles y mamíferos, piedras y metales. Para cada entrada daba el nombre en alemán, junto con las aplicaciones médicas, y desarrollo un nomenclatura botánica en alemán que todavía está en uso [6].
En su otra obra científica,  Liber Compositae Medicinae o Causae et curae (Libro de la medicina compleja o Causas y remedios), estudia las enfermedades y sus tratamientos. Estas dos obras fueron escritas entre 1151 y 1158. Después de su muerte serían parcialmente reunidas en un libro titulado Subtilitates diversarum naturarum creaturarum (Propiedades de las diversas naturalezas de las criaturas)
El Liber compositae medicinae o Causae et curae fue la última de las obras importantes de Hildegarda. Estaba formado por cinco libros de teoría médica y remedios, en los que relacionaba su concepto místico del universo -el macrocosmos- con enfermedades específicas del cuerpo humano -el microcosmos. La obra no circuló ampliamente y sólo en el siglo pasado se encontró una copia manuscrita en la Biblioteca Real de Copenhague. [7]
No deja de sorprender que Hildegarda, una mujer mística del siglo XII, fallecida en 1179, abordase con naturalidad cuestiones de índole sexual, describiese el orgasmo o que afirmase que el acto sexual no tiene únicamente una función reproductiva. Además escribió sobre la enfermedades venéreas, la higiene del embarazo, el puerperio y dictó una serie de consejos para reprimir los deseos sexuales. [8]
En Lingua Ignota per simplicem hominem Hildegardem prolata, Hildegarda creó la primera lengua artificial, para la cual usaba un alfabeto de 23 letras, denominadas litterae ignotae.


Esto en cuanto a su obra científica. En cuanto a su obra artística, escribió un gran número de responsorios, antífonas, himnos, etc. En este conjunto, debe destacarse la colección poético-musical Symphonia Armonie Celestium Revelationum (Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestes)
Los 77 poemas con música de Hildegarda, Symphonia armonie celestium revelationum han empezado a ser estudiados por los músicos clásicos, que los consideran entre las mejores y más originales canciones del medioevo. Así, Hildegarda ha sido redescubierta, pero como compositora, no como científica [9].
Un puesto muy destacado entre su obra ocupa el drama latino Ordo virtutum, o drama de las Virtudes.
El estilo literario del drama sobre las Virtudes se caracteriza por su enorme lirismo, que se manifiesta no sólo en el empleo constante de imagenes para explicar el significado alegórico de cada intervención, sino también por la utilización como fuente de inspiración de determinados libros bíblicos, sobre todo el Salmo 57, Cantar de los Cantares, Isaías y el Apocalípsis. El texto no emplea una versificación al uso; más bien, tendría que identificar su composición como una obra que, o biem emplea lo que hoy se denomina "verso libre" o bien una prosa de arte en la que se recurre al empleo constante del paralelismo silábico y sintáctico, la aliteración y la rima [...] en las que el texto está íntimamente ligado a las frases melódicas.
Por lo que respecta a las características de la música de esta obra [...], la pieza manifiesta un marcado gusto por las alternancias, ya sea entre solos y coros, ya sea entre melodías silábicas (es decir, cuando a una sílaba del texto le corresponde una nota musical), sobre todo en las partes narrativas, y melodías melismáticas (es decir, cuando sobre una sílaba del texto literario desarrolla un grupo más o menos largo de notas), que se emplean en las partes líricas de la obra. El único personaje de la obra cuyas intervenciones son habladas es el diablo. Los seres infernales sólo podían producir sonidos inarticulados, porque la música es un don celestial. En este sentido, Hildegarda se hace eco del pensamiento neoplatónico, que desde la Antigüedad hasta el siglo XVII afirmaba que los movimientos de rotación y desplazamiento de los astros por el cosmos estaban regidos por una armonía que producía la música de las esferas. [9].
Aquí incluyo en trailer de la película "Visión", sobre la vida de Hildegarda, dirigida por Margarethe von Trotta


... y a la contralto Karen R. Clark [10] cantando "O Virtus Sapentie"


Hildegarda murió en 1179, a los 81 años. Posiblemente merecería ser "Doctora de la Iglesia", pero no lo es. Por otra parte, "fue investigada tres veces para su santificación. Aunque nunca la canonizaron oficialmente" [9]. De todas maneras, ya está en el cielo.... El 3 de Agosto de 1918, el astrónomo alemán Max Wolf (1863 - 1932) descubrió un asteroide,(el número 898) [11], y decidió darle el nombre de esta notable mujer universal.


  1. Hildegard von Bingen, Theoderich von Echternach: Vida y visiones de Hildegard von Bingen (Siruela, 2009). p. 38.
  2. Ver las discusiones sobre su fecha de reclusión en ibid, p. 91.
  3. Hildegard von Bingen, Theoderich von Echternach: ibid, p. 91.
  4. Entre ellas, los papas Eugenio III (¿? - 1153) y Anastasio IV (¿? - 1154), el político Abad Suger (c. 1081 - 1151), el emperador Federico I de Hohenstaufe, llamado Barbarroja (1122 - 1190), San Bernardo de Claraval (1090 - 1153).
  5. Realizados en 1158-1159, 1160, 1161-1163 y 1170-1171. 
  6. Margaret Alic: El legado de Hipatia: historia de las mujeres en la ciencia desde la antigüedad hasta fines del siglo XIX (Siglo XXI, 1991), p 84.
  7. Margaret Alic: ibid, p 84.
  8. Pedro Gargantilla: Breve historia de la medicina (Edicitiones Nowtilus, 2011) p. 160.
  9. Eva Castro Caridad: Dramas escolares latinos: siglos XII y XIII (Ediciones AKAL, 2001) p. 85-86.
  10. Que no debe confundirse con la cantante de Góspel, Karen Clark Sheard (1960). Se puede visitar su página web en este enlace
  11. Lutz D. Schmadel: Dictionary of minor planet names, volume 1 (Springer, 2003) p. 81.


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