domingo, 4 de diciembre de 2011

Monumento a la cordialidad argentino-uruguaya

Solía pasar frente a él varias veces por mes, cuando íbamos o veníamos entre nuestra casa, en la zona sur del Gran Buenos Aires, y la de mis abuelos maternos en pleno centro de la capital. Eso era mucho antes de que existieran las autopistas urbanas o el nuevo puente Pueyrredón, y el recorrido por Paseo Colón, Martín García y  Montes de Oca, para luego cruzar el Riachuelo por el viejo puente sobre Virrey Vieytes, era una de las opciones preferidas por mi padre para ir en auto entre la ciudad y la provincia. 



Siempre me llamó la atención ese monumento tan extraño. Parecía un barco, pero también parecía una chimenea. En mi imaginación infantil se trataba, sin duda, de un monumento al barco a vapor, pero muy desproporcionado... Una chimenea inmensa en un barco diminuto. Pero, así y todo, no me parecía feo. Por el contrario, me gustaba, e intrigaba.  Muchos años después lo pude ver de cerca, y me sorprendió que aquello que había supuesto una chimenea, era en realidad una inmensa columna de cuatro metros de diámetro y quince de altura donde estaban grabadas las constelaciones alrededor del polo sur celeste.



A comienzos del siglo XVII, doce constelaciones que no se podían ver desde el hemisferio norte fueron descritas por el astrónomo alemán Johann Bayer (1572 - 1625) en su Uranometria [1], el primer atlas en cubrir toda la esfera celeste incluyendo el hemisferio sur. Estas nuevas constelaciones habían sido propuestas por Petrus Plancius (1552 - 1622) en base a observaciones realizadas pocos años antes por el navegante Pieter Dirkszoon Keyser (1540? - 1595) y el explorador Frederick de Houtman (1571 - 1627), ambos holandeses, y aparecidas en un globo celeste creado en 1597 en Amsterdam por el mismo Plancius y Jodocus Hondius (1563 - 1612).

En la foto anterior vemos, abajo, la constelación Dorado, y encima, en el centro de la imagen, la constelación Hidra. En la siguiente imagen, por encima del barco que se encuentra debajo a la derecha, vemos las mismas constelaciones en según una placa de la Harmonia Macrocosmica (1661) de Andreas Cellarius (c. 1596 - 1665).



El nombre completo de esta enorme escultura de bronce es "Monumento a la cordialidad argentino-uruguaya", y fue obsequiada por Uruguay a la ciudad de Buenos Aires en el 400 aniversario de su primera fundación. Primero estuvo ubicada en la actual Plaza Agustín P. Justo, frente a la Aduana, sobre Paseo Colón. Pero en 1962 se la trasladó a su ubicación actual. Es obra del escultor Antonio Pena (1894 - 1947) y el arquitecto Julio Villamajó (1894 - 1948).

El monumento se encuentra en el Parque Lezama, sobre un gran claro frente a la Avenida Martín García. Dicen que en ese sitio Pedro de Mendoza (1487 - 1537) fundó Buenos Aires en 1536. Esa fue una primera y fallida fundación. En 1580 Juan de Garay (1528 - 1583) realizaría la segunda y definitiva fundación, pero algo más al norte.

El Parque lleva el nombre de Don José Gregorio de Lezama, un salteño, hijo de padres españoles, nacido entre 1802 y 1809, quien llegaría a amasar una gran fortuna y grandes amistades con figuras como Juan Manuel de Rosas, Justo José de Urquiza y Bartolomé Mitre. El 11 de Julio de 1857 compró una gran propiedad donde hizo construir una magnífica mansión al estilo renacentista italiano. Los cielorrasos artesonados eran obra del artista uruguayo León Palleja y los pisos habían sido traídos de la misma Italia. Mientras tanto, el parque fue embellecido con estatuas de mármol. En 1887 el intendente de Buenos Aires, Antonio Crespo, compró el inmenso parque que rodeaba la mansión para destinarlo a paseo público. A la muerte de Lezama en 1889, su viuda vendió la propiedad a la Municipalidad de Buenos Aires. En 1897 se instalaría allí el Museo Histórico Nacional.

Este parque, donde Martín descubrió a Alejandra [2] y donde Demetrio Rota encontró el sentido de la ciudad, "la alegría de un domingo poblado de voces y de bicicletas y olor a manzana acaramelada"  [3], se encuentra en el peor estado de abandono imaginable. Por ejemplo, en 2007 desapareció una estatua de la Loba capitolina con Rómulo y Remo donada por Italia en 1910 [4]. Y la enorme escultura que tanto me intrigó y maravilló en mi infancia, también es una víctima más de tanto vandalismo y abandono.


Es tristemente paradójico que obras de arte desaparezcan o sean destruidas junto a una nueva zona de galerías de arte, vecinas del reinaugurado Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Otro trágico contraste de una maravillosa ciudad.

  1. El nombre completo de la obra es "Uranometria: omnium asterismorum continens schemata, nova methodo delineata, aereis laminis expressa", que significa "Uranometría, conteniendo las cartas de todas las constelaciones, delineadas usando un nuevo método y grabadas en placas de cobre". Fue publicado por primera vez por Christiphorus Mangus en Ausburgo en 1603.
  2. ...al comienzo de la novela "Sobre Héroes y Tumbas" de Ernesto Sabato (1911 - 2011).
  3. Andrés Neuman: Bariloche (Barcelona: Editorial Anagrama, 1999) p. 35.
  4. La escultura actual es una copia de cemento.

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